La abolición de la esclavitud se decreta el 23 de marzo de 1854.
Por su parte, Simón Bolívar, aunque mantuano y propietario de haciendas y de esclavos, fue el primero en liberarlos, dando ejemplo. Tal como se lo prometió a su amigo y protector en Haití, el Presidente Petión, apenas llega a Carúpano, el 2 de junio de 1816 decretó "la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados".
El 6 de julio de ese mismo año de 1816, al desembarcar en Ocumare de la Costa dicta una Proclama en que dice, al referirse a los esclavos: "Esta porción desgraciada de nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos".
Pese a estas intenciones, pasarán todavía muchos años para que se logre concretar algo en favor de los esclavos, hasta que en 1854 el Presidente José Gregorio Monagas venció la tenaz oposición de los terratenientes y decretó la definitiva abolición de la esclavitud.
Después de varias discusiones en el Congreso, en base a un Proyecto de Ley presentado por 31 diputados el 3 de marzo de 1854, superadas las objeciones, se terminó por acallar la voz de los empecinados opositores.
Así se pudo llegar a una mayoría y el Congreso sancionó la Ley el 23 de marzo. El Presidente José Gregorio Monagas se apresuró a ponerle el «ejecútese» al día siguiente, 24 de marzo de 1854. Con esto, Monagas dejó libres, con su firma, a unos cuarenta mil ciudadanos que habían cargado por generaciones las cadenas del oprobio. Un artículo de la Ley, tajante, basta para definirla: «Queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela».
Danilo Fernández.
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